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El mundo desde arriba

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CONCHAESUMAIREEEE!!!
Hoy interrumpo mi historia de los lunes porque no he tenido tiempo de pensarla entre tanta felicidad. Pero con los pies hervidos, las manos lastimadas y el corazón contento tengo la necesidad de narrar lo increíbles que han sido mis días fuera de la oficina y bien largo de la U.

Porque bueno, acá descubrí que soñar es ganar. Y no sólo soñar de "wau, vieras que ayer soñé que estaba en el stage del bosque y escuché unas voces bien locas que se mezclaban con Farrah Fawcett's Hair y tuve que perseguirlas a huevo porque..." si no de contar monedas y hacer la mezcolanza de dinero en la panza del chanchito para estar ahí escuchando Farrah Fawcett's Hair. Porque al estar marinando el sueño durante muchos ciclos de Alternia, el sabor de cada pieza y cada paso se multiplica por millones.

Hoy no tengo una historia de ficción, tengo la de una veinteañera que, luego de años de estar viendo videos, anuncios y logos en cualquier cantidad de sitios, logró estar ahí. Y no ahí de ver las fotos de un amigo ahí y llenar sus venas de envidia (paso uno), o preguntar datos como el sentimiento de ver lo que siempre se quiso ver y tratar de entender las vivencias de un tercero mediante palabras planas (paso dos), si no de realmente haberse decidido e ir aunque el viento y la marea tiraran para el lado contrario (paso tres, de ahí los pasos son subpasos del tres). Porque a los veinte somos indestructibles carajo, y por mi que sigan intentando destruirme a los veintiuno, dos o tres.

Las aventuras en Chile antes de esta genialidad ameritan un post distinto porque no han terminado. Pero desafortunadamente, la inutilidad de mis pies indican que puedo ponerle un check a este ítem de la bucket list (prefiero el anglicismo a "lista de cosas que hacer antes de patear el balde"). De milagro no nos perdimos llegando al apartamento que sería nuestro hogar durante los días festivalosos y que salvarían a mi deteriorado cuerpo del colapso vial post-Lollapalooza.

Sábado
Las dos cachetadas iniciales para reafirmar que no estoy dormida en un apartamento de San Pedro. El rótulo no brilla pero igual está demasiado loco. Estoy despierta, maldita sea, estoy despierta. Y toca correr porque según me contaron debería conseguir botellas y merca a primera hora, los tickets son para la merca, en el puesto de camisas no aceptan tickets porque son para comida, 10 rojos en nada, me lleva la que me trajo. Joe Vasconcellos a casi primera hora y empecemos a bailar como nunca en la vida, amo mi vida.
El sábado era el día de mover el esqueleto a más no poder. Joe para calentar, Lucibell para volar, Capital Cities con su Safe and Sound para elevar el espíritu e Imagine Dragons para despopar el universo. Con It's Time empiezan los saltos, con Amsterdam movemos las caderas, Round and Round para perder la cabeza, Demons para ver el mundo desde lo más alto después de la rueda y Radioactive para desarmar toda estructura. Genialidad pura condensada en parlantes de marca desconocida y desconocidos sin marca chilena, estrellita dorada para estos carajos. Ellie es una diosa con jeans de cuadros y juraría que salí como dos segundos en cámara mientras bailaba sobre los hombros de otra mente volada gritándole a los demonios. Ellie es una diosa y no quiero estar en youtube bailando Burn, acá se juega teniendo sabor y si no mejor no se juega. Los de Phoenix saben mover montañas teniendo al Mont Blanc de fondo con sus el resonar de sus cuerdas y sus joyitas del Bankrupt y del Wolfgang Amadeus. NIN no dejó su tatuaje en mi alma, escuchándolos de fondo gané un bolsito. Cerremos con un poco de locura en la cúpula patrocinada por Zedd y, para no dejar el headliner por fuera, una masa de gente viva y bailando con los chiles rojos calientes.
Descubrí que uno puede tener serias ganas de vomitar por deshidratación y que salir de una multitud en el O'Higgins es más difícil que salir de una jungla con un machete desafilado. Gracias Chico, nos salvó la vida con su apartamento a los trescientos metros. Mañana toca revivir y seguir viviendo.
Show del día: Imagine Dragons

Domingo
Vampire Weekend antes de estar cerca.
Me tomó como media hora salir de la cama porque tengo bolsas de lava al final de las piernas. Por pura suerte mis gustos musicales dictaron que el domingo sería día de escuchar relajada en el zacate y explorar la sección faltante del parque. No pude con los treinta segundos de eco-rock o cualquier cosa atribuída a Hoppo! y Ana Tijoux es un éxito pero no podría escucharla por más de una hora seguida. Me arrepiento de haber hecho fila para un juego con Portugal. The Man de fondo en vez de haber estado ahí, van para la lista de prioridades de cuando haya mejor internet. La hora del vuelo está a cargo de Inti Illimani que, cabe aclarar, son chilenos y no peruanos (apunten eso y corrijan a todo pariente o amigo que haya vivido engañado igual que yo). Savages no convenció tanto pero Vampire Weekend salvó la tanda de forma majestuosa. A-Punk para todos y una chaqueta de Babar son ingredientes de una receta ganadora en la que estuvimos a nada de la tarima y sin morir por aplanamiento. Pixies para cenar y mover la cabeza al ritmo de la leyenda y Arcade Fire para preparar el universo para un final extraordinario, o simplemente ser extraordinarios con sus reflectores y su show de leyenda. Soundgarden da la talla a nivel musical, pero no son espectáculo de fuegos artificiales, más cuando el esperado final son cinco minutos de afinación de guitarra y quéputasestápasando.

Creo que se llenó más el sábado que ayer porque al menos pude respirar de camino a la rueda. Solo a mi me pasa que me encuentro al mismo mae en dos headliners distintos sin coordinar nada. Sigo agradeciéndole al Chico por la salvada y haría el viaje una y mil veces más. El wrap de Lolla fue la mejor adquisición del viaje: 7 lucas de pura salvación y pragmatismo.
Show del día: Arcade Fire

En fin, quedan pendientes las crónicas chilenas y un relato más completo para quien esté interesado. Y para los soñadores... vayan. A la mierda los padres idealistas o el conformismo y estabilidad financiera, vayan antes de que dejen de tener veinte. Yo pienso volver hasta que el cuerpo no aguante y hasta que en la entrada me pregunten si estoy en edad para dejar a alguien en Kidzapalooza. Subiría mi video siendo la única muchacha no rubia, bajita y semidesunda que baila arriba pero como camarógrafa mejor me quedo estudiando informática.

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