Bueno, al menos para los países nórdicos americanos. Para uno de los rincones más rusos de Rusia, nuestro frío occidental sería más que suficiente para ir a la playa. Pero para mi, el solsito (sic) y la calorsh fueron suficientes para congelar a las células de mi pobre organismo. Porque el frío y el hielo no bastan pero el brillo solar y el aire acondicionado de oficina son más que suficientes... que chiva. Mientras tanto, versiones remixeadas gloriosas de Pompeii y pastillas baratas son menos que suficientes para mantener a esta cafetera andando. Creo. No teman por mi si de la nada muero, en algún lado de internet existirá otra bloguera o quejona digital que, bleh, produzca el efecto que
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Varios sartenes mejor |
mis palabras producen (pondría adjetivos pero en serio no sé que pensarán ustedes al leer esto).
De momento no tengo mucho de que hablar pero estoy dispersa y mi hemisferio izquierdo se está volviendo tan frío como el Himalaya o el congelador de la abuela. Buscando hogares me sentí como Nemo Nobody eligiendo familias y encontrándolo me sentí como en 500 Days of Summer pero en la parte linda. Alguien en la oficina se echó demasiado Axe. Demasiado demasiado Axe. Y bleh, los padres de uno no pueden adherirse a un contrato escrito por ellos y tienen la necesidad de estar metiendo la cuchara hasta en los muebles. Ocupo un sartén.
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